Como todos sabéis, desde el año pasado, se ha producido un repunte de expedientes disciplinarios sobre el colectivo de agentes medioambientales. Es especialmente en esta provincia donde la incidencia ha sido mayor, dándose casos de extraña conducta por parte del personal que inició el expediente. Según fuentes bien informadas, un expediente se ha abierto y sancionado con amonestación por escrito, por el hecho de atender la petición de apoyo de un compañero que estaba efectuando labores de inspección de caza. La excusa sancionadora ha sido por trabajar fuera del horario del que le ayudó. La otra fue por perder el teléfono móvil en acto de servicio, y la negativa del perdedor a efectuar denuncia de robo que está castigado por la ley de enjuiciamiento criminal. Bueno, la excusa fue por negarse a acatar una orden directa.
En fin, como puede verse en estos ejemplos, cualquier día la nerviosa administración de la que formamos parte, nos puede dar una coz de este tipo, hasta por mear cara al sol, o en contra del viento.
Para evitar estos males en carne propia, que a todos nos puede tocar, alguien ha pensado con acierto que podría establecerse un fondo de supervivencia legal, con el único objetivo de parar las embestidas que parece que aumentan en cantidad, aunque la calidad de las cornadas parezca dudosa.
Por lo tanto, desde esta misiva invitamos a los compañeros a que nos unamos ante esta indefensión, y aportemos una pequeña cantidad de euros para hacernos un Seguro de Asistencia Legal (en adelante SAL), que nos ampare ante los individuos de la administración que se inventan cositas para tenernos mareados.
Como todos tenemos preocupaciones más profesionales, y a casi ninguno nos sobran los euros, proponemos efectuar el fondo SAL a través de loterías que se repartirán entre todos los interesados en distribuirlas, y que coincidirán con los sorteos de la lotería nacional, y así al que le toque el premio mayor, ya se le acabaron los problemas, y al que no le toque, pues como en toda lotería, perder su pasta, pero irá a parar al fondo suavizante SAL, por aquello de si nos dan por donde más duele.
No puedo aceptar un daño, aunque me venga del Rey,
ni con corazón de buey ni con alma de rebaño,
no soy fiero ni huraño, pero sé, en mi corazón,
que al sufrir la humillación, el golpe o el atropello,
prefiere mi vida el sello de la actitud del León.
(Miguel Hernández)
ni con corazón de buey ni con alma de rebaño,
no soy fiero ni huraño, pero sé, en mi corazón,
que al sufrir la humillación, el golpe o el atropello,
prefiere mi vida el sello de la actitud del León.
(Miguel Hernández)
Si la reproducción de este poema lesiona los derechos de autor, pedimos disculpas a la SGAE.
Redactado en Castellón en el mes de marzo de 2010 dc (después de Jesucristo), y fuera de horario de trabajo.
Todo mi apoyo (anónimo, por desgracia...).
ResponderEliminarÁnimo a todos los Agentes Medioambientales que prersiguen a los furtivos parañeros y a los matarifes de pajarillos protegidos con el enfital otoñal.
ResponderEliminarHoy, 14-11-10, sale en el Periodico Levante, el expediente al Agente Salvador Esteve.
http://www.levante-emv.com/portada-castello/2010/11/14/sancionan-perder-movil-agentes-antiparany-activos/756840.html
Saludos de Tony.